Bilbao, 6 de marzo de 2024. 

Eskerrik asko, Ainara, por tus palabras.

Empezaré por los agradecimientos de rigor, que en este caso no son de rigor, porque este evento no hubiera sido posible sin el concurso de muchos, de casi todos los que estáis aquí. 

Quiero empezar agradeciendo a todas las personas que habéis venido, muchas desde lejos, mostrando vuestro interés y esfuerzo en compartir vuestro tiempo y conocimiento en beneficio de todos.

Muchas gracias a la diputación de Vizcaya y a Seed Capital por ser unos magníficos anfitriones para que este taller pueda llevarse a cabo en uno de los espacios más innovadores de Euskadi y España como es la Torre BAT. Desde que le propusimos la idea a Óscar Ugarte, director de Seed Capital, todo han sido facilidades.

Muchas gracias a nuestros grandes aliados en este viaje que comenzamos hace unos meses, como son SpainNAB (gracias, José Luis) CEPES (gracias, Carmen) y la Asociación Española de Fundaciones (gracias, Isabel) por haber contribuido a que tengamos aquí una representación altamente significativa de la inversión de impacto y la economía social en España. Sin vuestra ayuda no habríamos sido capaces de llegar a tantos, de movilizar a la diversidad tan amplia que se cita hoy aquí. 

A Ilunion, por facilitarnos con unas condiciones espectaculares, un hotel de 4* donde su atención es 5* Gran Lujo y más del 70% de la plantilla cuenta con diversidad funcional. Gracias, Joaquín. Y, por último, a Impact Hub por ayudarnos a diseñar un taller de trabajo con las metodologías más innovadoras de inteligencia colectiva, Antonio González es la persona responsable de Impact Hub. 

Hoy nos reunimos en Bilbao más de ochenta entidades de toda España, tanto de la economía social como conectadas con ella. Desde fundaciones, cooperativas, asociaciones, startups, fondos de impacto, empresas sociales, banca ética o universidades. A todos nos mueve un objetivo común: ser artífices de la transformación social de nuestro país para mejorar la vida de las personas.

Este taller supone para el Fondo de Impacto Social, además de reconocernos como colectivo, conocer de primera mano cuáles son las necesidades financieras que, desde nuestro fondo, podamos abordar en el diseño del detalle de su puesta en marcha. 

Si bien lo negociado con Bruselas define el marco general para la implementación del Fondo, tenemos margen para decidir aspectos como el diseño, la elegibilidad de las operaciones, su diferente tipología, o el instrumento financiero apropiado para cada situación.

El evento también supone generar un primer punto de encuentro y conexión entre entidades de muy diversa naturaleza y que esperamos que sea el primero de muchos. A ello me refería cuando hablaba de reconocernos entre nosotros. 

Para todos nosotros, cuando hablamos de economía social buscamos poner en valor el peso y la gran aportación que nuestra actividad tiene para la vida de miles de personas…y sabemos que si crecemos y lo hacemos bien, podemos mejorar la vida de muchas más. 

No hace mucho en una conversación nos preguntábamos, ¿qué pasaría si las más de 40.000 empresas vinculadas a la economía social de nuestro país cerraran o pararan un solo día en su actividad?

Muy probablemente una proporción importante de los mercados y supermercados donde compramos lo que comemos cada día se quedaran sin los productos más básicos de nuestra cesta de la compra. Desde la fruta o la verdura al pescado. 

Dos de cada tres empresas en la agricultura o la pesca son cooperativas y lo mismo pasa con la facturación del sector. 

También es hablar de la economía de los cuidados, de las personas que cuidan a nuestros mayores, de las personas dependientes o con diversidad funcional cuya integración en el mercado laboral se produce sobre todo a empresas de la economía social. 

Si no existiésemos tendríamos, en fin, miles de personas desatendidas cada día y a las que sería imposible que el Estado, con los recursos limitados que tiene, pudiera llegar a atender a todos. 

Y es que, hasta no hace mucho, el paradigma dominante era el de que una parte muy importante de la economía social lograba sobrevivir gracias a las ayudas públicas o a las subvenciones. Unas subvenciones que, bien sabemos, nunca fueron ni son suficientes para cubrir la brecha de las crecientes desigualdades y necesidades de nuestras sociedades. El resultado era, lógicamente, un Estado del Bienestar infra-financiado o que dejaba fuera a muchos.

En este sentido, la llamada economía del impacto representa un avance muy considerable en la modernización del Estado del Bienestar. 

La economía de impacto se caracteriza por 3 ideas fundamentales: 

  • (1) valora la importancia y la necesidad de incrementar los recursos públicos dirigidos a los sectores más desfavorecidos 
  • (2) argumenta la conveniencia de aplicar los recursos públicos (de todos) hacia necesidades que no pueden ser convenientemente satisfechas de modo alternativo
  • …pero al mismo tiempo, (3) aspira a movilizar a actores diversos, incluidos las empresas, el sector público o la sociedad civil en la solución sostenible de muchos de los retos sociales (y medioambientales).

Nos estamos refiriendo a unos retos que en ausencia de (i) la sinergia y confianza entre los actores, (ii) el blending de recursos financieros con diferente tolerancia al riesgo, aspiraciones de rentabilidad o motivación, o (iii) la concentración permanente (casi obsesiva, diría yo) en la medición y evaluación de los efectos…de los impactos…de los recursos aportados, quedarían insatisfechas…o drenarían recursos públicos con altísimo coste de oportunidad.

En este marco y hablando de nuestro país, el FIS representa una de las mayores transformaciones de nuestro Estado del Bienestar. Es un fondo en cuyo diseño han participado muchos y en el que hemos procurado una escucha activa y buscando aprender de iniciativas similares de otras geografías, como del Fondo Portugues de Inovaçao Social (Obrigado Felipe por venir) o el Fondo Big Society británico.

La denominada inversión de impacto está generando un verdadero movimiento de cambio en la actividad empresarial. 

 

  • De hecho, estamos viendo que cada vez más empresas privadas (i) están incorporando a su misión y a su visión que no sólo deben de ser rentables, sino que deben poder aportar de forma tangible y objetiva el mayor impacto social positivo en la sociedad, (ii) empresas que buscan generar el menor impacto medioambiental posible y sería deseable, y muchos lo consiguen, (iii) intentan compensar la parte más negativa de su actividad empresarial. 
  • Por otra parte, los consumidores son cada vez más exigentes y, sobre todo en los países desarrollados, cada vez más piden que los productos que compran sean fabricados por empresas responsables y conscientes del impacto negativo que eventualmente pudieran generar. 
    • Una cifra todavía modesta si la comparamos con la de Reino Unido, que superó los 10 mil millones de EUR el pasado año o los casi 15 mil de Francia.

Este cambio es imparable, aunque a algunos nos gustaría que fuese aún más rápido. Y esto se demuestra con las cifras de crecimiento de la inversión de impacto en España, que según datos de Spainab se ha casi triplicado en los últimos 5 años…de modo que en 2022 los activos de impacto bajo gestión, incluidos los de la banca ética o las cooperativas de crédito, alcanzaron los 3 mil millones de euros.

Y en este nuevo escenario, muchos de vosotros os preguntaréis ¿qué papel juega el nuevo Fondo de Impacto Social?...o… ¿Qué es COFIDES?

El Fondo de Impacto Social…y Medioambiental (FIS), fue aprobado en octubre del pasado año en la Adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Está dotado con 400 millones de euros con recursos provenientes del mecanismo Next Generation. El FIS representará por su tamaño un antes y un después en el ecosistema de impacto. 

  • Son recursos canalizados desde la UE a un coste para España menor que el del mercado y que provienen del endeudamiento de todos nosotros.
  • Son recursos, no obstante, que cuando los receptores de las inversiones devuelvan lo invertido, quedarán en el ecosistema de impacto y podrán volver a reciclarse. Es, por tanto, un Fondo permanente y revolvente, que nos obliga a todos a una gestión eficiente de los recursos que se nos asignan.  

Son 400 millones de euros (que incluyen 8 millones para Asistencia Técnica a los intermediarios o a los beneficiarios finales). Es una dotación muy importante para invertir con carácter reembolsable en la consolidación del ecosistema de impacto. Este ecosistema de impacto, lo conocéis muy bien, a pesar de sus altas tasas de crecimiento recientes, tiene aún una limitada capacidad de absorción de recursos.

Gestionar el FIS va a suponer para todos, para COFIDES primero, es una gran responsabilidad, tanto por su cuantía como por la magnitud de los retos. 

En este empeño conjunto, si queremos que España cuente con un ecosistema de impacto de relevancia, es clave la mayor implicación de los diversos actores del ecosistema: sector público, organizaciones privadas, instituciones y universidades…que permitan un crecimiento a escala para favorecer una mayor movilización de capital hacia este sector. 

Quiero resaltar que el FIS no es un instrumento aislado que canaliza con carácter reembolsable recursos públicos. Es un pilar de una política del Gobierno focalizada en el impacto y, de hecho, el FIS es complementario del PERTE de la Economía Social, y hoy tenemos aquí a Víctor, el Alto Comisionado para la Economía Social.

El FIS aspira a: (1) abordar retos sociales y medioambientales hoy desatendidos, (2) intentando superar los fallos de mercado que impiden el flujo de recursos hacia muchos de esos retos, y (3) fortalecer el ecosistema de inversión de impacto.

Las inversiones del FIS:

  • buscarán reforzar las denominadas "empresas con propósito" (como las Sociedades de Beneficio e Interés Común)
  • aspirarán a movilizar recursos privados adicionales hacia un sector que, por diversas razones que vosotros conocéis mejor que yo, a menudo queda relegado y fuera de los circuitos financieros tradicionales
  • facilitará el diseño de nuevos instrumentos financieros adaptados a la singular realidad de la economía social, con el fin de hacer viables inversiones que de otro modo no lo serían. 

¿Y qué decir respecto de COFIDES?... somos una empresa pública dependiente del Ministerio de Economía especializada en la gestión de fondos estatales desde hace más de 35 años y que ofrece financiación a medio y largo plazo a inversiones privadas.  

  • Desde nuestra creación, hemos gestionado más de 1.000 transacciones en 95 mercados distintos. 
  • Tenemos 5.800 millones de activos bajo gestión y asesoramiento cubriendo distintos mandatos públicos 
  • con un equipo muy profesionalizado y reconocido de algo más de 100 personas.
  • Somos la empresa pionera en nuestro país (desde hace más de 15 años), en establecer los ratings socioambientales de las inversiones, siguiendo desde entonces las metodologías más actualizadas y los estándares más depurados. Aportamos recursos, bien para paliar eventuales impactos negativos de las inversiones que apoyamos o para incentivar impactos positivos de las mismas (COFIDES IMPACT)  
  • Somos empresa acreditada para la gestión de recursos de la UE y de Naciones Unidas….Fondo Huruma
  • Somos empresa que desde hace años pone en el centro de nuestra misión la sostenibilidad y el impacto, los ODS de la Agenda 2030 y el Cumplimiento de los acuerdos de Paris. 

Esperamos que este día y medio de inspiración y trabajo colaborativo nos permita entre todos co-construir un horizonte de impacto social

¡¡Un impacto al futuro desde hoy!!.

Gracias, Eskerrik asko